Proyecto sobre la construcción de identidad en Alaró, Mallorca

Espai Transfronterer d’Art Ccontemporani_2016

La dependencia económica de la Isla hacia el turismo más agresivo, se inició en toda España durante el gobierno franquista. A los 50 ‘, diseñó a la apertura internacional del Estado con el fin de reavivar económicamente. Invitando personajes como Eva Perón para alabar las grandes cualidades de la nación y bajando el costo de la peseta a nivel internacional, el turismo en el Estado, se convirtió en un elemento simbólico tanto por los turistas como por los ciudadanos.

Por turismo, España fue el lugar ideal para veranear: barato, con playas, buen clima, tranquilo y con mucho potencial geográfico y por los ciudadanos, el turismo fue el símbolo de la apertura al mundo, una forma de romper con las tradiciones y enriquecer -se. Sin este modelo económico se convirtió en poco tiempo en una necesidad dependiente, que transformó el territorio, la identidad y las relaciones con los símbolos que representaban cada ciudad.

Así pues, el turismo se ha convertido en muchos contextos (casi en todos podríamos decir), debido a la implantación de las formas neoliberalista del capital económico, en una forma de necesidad para la supervivencia de los territorios. Existen localidades como es el caso de Magaluf (Mallorca) destinado únicamente a turistas a los que se les ofrecen fiestas, diversión, alcohol y sexo, llegando a ocupar el total de espacios hoteleros de la localidad. Incluso por muy estrambótico que pueda parecer, existen pólizas entre espacios lúdicos y empresas de viajes, que incluyen dietas, alojamiento o seguros «anti-violación», que permiten abortar dentro del territorio de forma legal. La política local de Baleares construye el contexto desde una perspectiva que poco piensa en lo social, conformando clases de ciudadanos y países, asumiendo estructuras donde se acepta del turismo como forma vital y única de supervivencia.