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/They shot him

En Diciembre de 2016 el embajador de Rusia en Turquía Andréi Kárlov, fue asesinado en manos de un supuesto integrante yihadista en el marco de una galería de Arte en Ankara como venganza por los muertos producidos en los ataques de Rusia y Damasco en Aleppo.

La muerte del diplomático a tiros por Mert Aydintas de 22 años de edad, procedente de Aydin (nordeste de Turquía) y que servía a la Policía antidisturbios desde 2014, fue retransmitida en directo por la televisión turca ante la atónita mirada de los asistentes que según relataron, creyeron, al principio, se trataba de una especie de obra de teatro o performance, ya que encajaron el suceso en el contexto de la posibilidad artística de una galería de Arte. 

En el vídeo registrado, vemos que mientras Andréi realiza un pequeño discurso sobre la bondad del país y la cultura como muestra de la misma, Mert se ubica detrás de la tribuna escuchando durante unos minutos las palabras que intentaban calmar la tensa situación entre los países, donde semanas antes, centenares de manifestantes ya habían mostrado su disconformidad ante los ataques y muertos producidos por el gobierno Ruso, en ciudades como Aleppo. En el vídeo no oficial realizado por uno de los asistentes, vemos como Mert, rápidamente, saca un arma del bolsillo interior de su americana para propiciarle varios tiros por la espalda al embajador mientras grita que el acto se trata de una venganza. En el vídeo oficial, vamos a Kárlov disparado por la espalda cayendo y desapareciendo de escena, cuando a continuación, al aumentar el plano, vamos a una persona en traje que grita que el acto se trataba de una venganza.

El escenario del crimen desarrollado en una exposición con obras paisajísticas del propio país donde Kárlov ejercía de diplomático entre Turquía y Rusia, genera un paradigma sobre la ficción institucional que regula las bases del poder, encontrado en la galería de Arte, un espacio de posibilidades de acción y pensamiento crítico. Ejecutar el asesinato de un embajador en una galería de Arte por parte de un policía antidisturbios que luego es abatido, no sólo constituye un suceso que pone en relación la institución Arte y política, también manifiesta la legitimidad del White Cube sobre lo que acontece dentro del espacio artístico como obra de Arte. La respuesta rusa ante la muerte de Kárlov fue a través un rotundo comunicado que expresaba su desprecio ante el terrorismo donde solicitaba el apoyo de EUA y que sirvió como subterfugio a más muertes con la finalidad de controlar varias zonas militares del país. Así pues, el suceso de la muerte de Kárlov precedió al discurso viralizado de Vládimir Putin sobre “el nuevo orden mundial”, donde se traduce de forma “errónea” las palabras del presidente de Rusia, que habla de la lucha por la homosexualización de la población y la voluntad de regresar a la cristiandad mundial para establecer la paz del planeta.

El trabajo “They Shot him” revisa a partir de la muerte de A. Kárlov, cómo la política establece formas de ficción a través de los medios de comunicación usando lenguajes reconocibles, con la finalidad de divulgar ideas construidas sobre acciones llevadas a cabo y justificadas en nombre de los Estados. Se presenta así un vídeo que emula una emisión del canal oficial de televisión ruso, deconstruyendo una narrativa en forma de una serie de televisión que intenta inútilmente, volver a una ficción continuada con recursos musicales y anuncios para tv con el objetivo de simular la verdad. La pieza pone en cuestión la información política en los medios de comunicación como propaganda que justificada la violencia del Poder. Mediante un lenguaje propio de los medios que generan espectáculo sin base crítica, se cuestiona la hipotética veracidad de la información de Estado así como la experiencia preconcebida de los espectadores que sobreentienden la narrativa desde la ficción forzada en tanto a su opinión previamente conformada.

Vídeo monocanal, póster impresión en color 100×70 cm

Barcelona 2018