¿Qué pasa cuando nuestros referentes, en tanto a la condición del reconocimiento, quedan anulados por un paisaje «vacío» de contenidos?

Esta fue la cuestión abordada por el autor en el inicio de su residencia artística en Alaró, Mallorca (2016) cuando a la mitad de lo que puede considerarse «nada», el artista toma conciencia de los referentes culturales , difíciles de deshacer. La carga simbólica de los elementos que conforman el imaginario colectivo, condicionan nuestra existencia en pro de las relaciones que establecemos entre el mundo y el yo que construye formas de realidad.

El trabajo muestra la voluntad del autor al intentar deshacerse de estos condicionantes que construyen realidad. Sin embargo, mediante una serie de preguntas elaboradas mediante un diálogo interno, el autor ve una imposibilidad del deshacerse de las mismas, planteando un trabajo en el que aparecen iconografías digitales que evocan concepciones sobre la idea de cielo como elemento inalcanzable en una única definición.

Mallorca- Barcelona-2016